Soy Carlos del Cañizo Nadal, director del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid. Estudié Teleco en esta universidad y en el último año de carrera me matriculé de una asignatura en Energía Solar Fotovoltaica que impartía Eduardo Lorenzo y me atrapó. Y después tuve la oportunidad hacer un doctorado bajo la dirección de Antonio Luque. Y hasta hoy. Encantado del privilegio de poder haber sido testigo del lanzamiento, del surgimiento de la consolidación de una fuente tan importante de energía, tan importante para nuestra vida. Soy Alejandro Datas, soy profesor investigador en Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid. Y como Carlos, pues hice la tesis doctoral Instituto de Energía Solar en Tecnología Fotovoltaica, dirigido por Carlos Algora, profesor del Instituto Energía Solar. Y como Carlos, estoy encantado de poder contribuir al desarrollo de la tecnología fotovoltaica, que creo que va a ser una tecnología mayoritaria en la producción de energía renovable que nos va a permitir desarrollarnos como sociedad sin depender de los combustibles fósiles. No sé si eres consciente, Alejandro, de que este año se cumplen 44 años desde que se fundó el Instituto de Energía Solar. Realmente fue la constitución formal, pero ya se habían empezado antes a hacer actividades. Las primeras células solares que se hicieron en España se hicieron en el Instituto a mediados de los 70 y desde entonces continuó. Y yo creo que es importante que seamos conscientes de que al final nosotros no hemos hecho más que recoger el testigo de unos pioneros que tuvieron la visión de apostar, de entender que ese era un ámbito en el que había que investigar, en el que había que conseguir que España tuviera un papel relevante y que podía hacerlo. Y nosotros bebemos de eso. Yo entré en el instituto, hice estudio teleco en una escuela de Telecomunicación y entré en diciembre del 94. Yo creo que tu debiste entrar como diez años después. - Sí, en 2004, 2005. - ¿Y qué te llevó a entrar en el instituto a hacer un doctorado en energía solar en nuestro instituto? - Por aquella época, acabas la carrera y eres un inconsciente. No sabes muy bien qué es lo que quieres hacer. Bueno, en muchos casos es así. Y ese fue mi caso. Yo tenía opciones en empresas, había hecho de ingeniería electrónica y de alguna manera sabía que la energía solar siempre se hablaba de la energía del futuro y que queríamos ser independientes de los combustibles fósiles. Y que había ahí una forma de hacerlo que pasaba por ingeniería electrónica, lo que es saber lo que es un semiconductor, cómo se convierte la luz en electricidad a través de estos dispositivos Y entonces hice mi entrevista para hacer el doctorado y entré sin grandes expectativas en lo referente a que no sabía dónde estaba entrando. No sabía que el instituto había contribuido de esa manera a desarrollar la energía solar, no solamente en España, sino en Europa y en el mundo. Entonces, pues yo entré y y no sabía que las personas que andaban por ahí, como pueden ser Antonio Luque, Gabriel Sala, pues eran, eran referentes de la industria fotovoltaica a escala mundial. Entonces yo fui tomando conciencia poco a poco de eso y después me di cuenta de la suerte que había tenido de estar en un centro de investigación en tecnología fotovoltaica. Además, en un momento en que en aquellos años, que siempre en 2005, era el momento álgido de la investigación, donde todavía no se habían alcanzado eficiencias suficientemente altas, y entonces estar ahí en los congresos donde se estaba cada año, había un récord y estábamos nosotros ahí, con células de unión que conseguían récords mundiales de conversión, de solar, electricidad, pues era un lujo estar en ese entorno. Pero digamos que la decisión yo no sabía todo eso. Yo simplemente había visto por ahí Instituto, Energía Solar y me atraía el concepto. Y digamos que lo que me llevó a hacer la tesis, ahí se han estrenado algunos de nuestros pioneros y yo creo que tenemos que estar, tenemos que reconocerles y agradecerles un poco esa visión que tuvieron de entender bien cuál era el momento que vivía en la energía solar fotovoltaica y saber que demandaba dar respuesta a los retos del momento. Y hay algunos hitos que podemos señalar por su trascendencia, por ejemplo, que muchas veces comentamos que las células solares se inventaron en el instituto en los años 70, algo que ahora mismo es lo que está dominando el mercado, que en su momento apuestas, como la de la concentración fotovoltaica, también fue liderada por el Instituto Electrificación rural, la ingeniería de las grandes plantas, las células solares de banda intermedia. O sea, siempre yo creo que con ideas novedosas, con ideas que atraían a investigadores de todo el mundo y bueno, de alguna forma yo creo que nuestra responsabilidad es mantener un poco esa esa visión y y tratar de actualizar en función de cuál es el reto del momento. La tecnología solar fotovoltaica vive un momento muy distinto siempre. Cuando yo entré y también cuando tú entraste, decíamos la energía solar, la energía del futuro y siempre lo será. Ahora es la energía del presente y es una energía que se ha convertido en la columna vertebral de la transición energética que estamos viviendo y. Y en ese sentido, los retos son otros nuevos retos a los que nos tenemos que enfrentar. Me dan uno de esos retos claramente es el almacenamiento, que es algo que a ti te ha preocupado claramente. No sé cómo ves tú hasta qué punto ese reto es algo que no sólo está ahí, pero que es fácilmente solucionable, que ya hay soluciones tecnológicas, que todavía queda mucho por hacer. Pues mira, yo el almacenamiento es una de las cosas. Comentábamos antes un poco la importancia de esta forma de hacer de los Antonio Luque Sala, no personas referentes que para mí incluso diría que Antonio Martín son personas de las que yo he intentado imitar un poco. La forma de hacer lo que veía era gente que se le ocurrió una idea en su casa y tenía la valentía de coger esa idea, publicarla, pedir un proyecto y poner a un equipo entero a desarrollarla. Entonces, una vez que ves eso, ya ves que eso se puede hacer. Entonces el haber bebido de todo eso te da idea de que es importante leer el momento en el que estás. Entonces yo cuando terminé la tesis, esa lectura que hacía era que ya había pasado la época, digamos, más intensa, de investigar nuevas ideas locas de la fotovoltaica en el sentido de de que ya había una industria real y entonces había muchas soluciones que pasaban por la industria. Soluciones de mejoras incrementales. Entonces yo me planteaba que que mejoras se podían hacer en un laboratorio modesto comparado con otros que hay internacionalmente, donde tienes que poner el peso en las ideas, no tanto en tu capacidad de ejecutar a gran escala un desarrollo. Entonces, intentando leer el momento, yo me planteé que a nivel fundamental, el reto al que nos enfrentábamos en el entorno de la energía solar era era el almacenamiento. Aunque podamos producir electricidad solar muy barata se produce cuando hace sol. Entonces es evidente. No hace falta darle muchas vueltas para pensar que hay momentos en los que no va a haber esa electricidad. Entonces almacenarla y entregarla cuando cuando disponible, me pareció que era el reto. Entonces yo cuando terminé la tesis en 2011, que creo que fue, yo creo que está en ese momento de transición o crisis dentro de la investigación solar, en la cual parecía que esas ideas que habían tenido tanto auge durante los años anteriores, de repente empezaron a perder un poco de sentido porque. Porque ya tenías una industria fabricando, instalando, dices qué vas a hacer? Cómo vas a cambiar esa industria? No? Y entonces dije bueno, pues vamos a empezar, vamos a empezar de cero. Y yo ya había hecho la tesis en una tecnología que se llama termo fotovoltaica, que es convertir el calor en electricidad a través de efecto óptico. Y dije bueno, el calor tiene una cosa que no tienen otras, que es que se pueda almacenar. Entonces dije bueno, existe para almacenamiento. Yo sé resolver problemas relacionados con conversión del calor, electricidad. Y dije pues lo mejor, mi aportación puede ir por la de desarrollar sistemas de almacenamiento térmicos termo fotovoltaicos que les hemos ido dando nombre después. Y sí que creo que es un problema muy importante y para el cual ahora hay muchas soluciones en el momento que empezábamos con estos proyectos. Es verdad que se oían muchas menos, existían las baterías de litio, había muchas más, por supuesto, pero. Pero no existía una tecnología que se pudiese utilizar para almacenar grandes cantidades de energía. Entonces, ahora mismo estamos en el boom del desarrollo de tecnologías de almacenamiento de hidrógeno, baterías de litio, baterías de sodio, baterías de flujo. Bueno, hay muchísimas y dentro del técnico hay muchísimas soluciones y estamos intentando desarrollar ahí algo como bien sabes. Y baterías de alta, de muy alta temperatura, muy alta temperatura. Yo cuando intento explicar qué es lo que hacemos en el instituto, a mí me gusta decir que por eso es que realmente no abordamos todas las tecnologías fotovoltaicas, pero las que abordamos y nos gusta hacerlo desde una integración vertical, desde el material hasta el sistema, cubriendo un poco todo y. Y me gusta además decir que nuestras líneas o nuestras actividades digamos que abordan tres aspectos lo que queremos es más fotovoltaico, mejor fotovoltaico y nuevo fotovoltaico más fotovoltaico para que se integre mucho más en nuestro sistema energético, tanto en aplicaciones más específicas. Bombeo fotovoltaico Integración Edificios en vehículos Combinación con bombas de calor Combinación con almacenamiento mejor fotovoltaico Es decir, es más económico con un perfil medioambiental. Es lo mejor posible desde la fabricación, el la operación y también en final de la vida útil de los módulos fotovoltaicos y también nuevos fotovoltaico, porque de alguna forma hay que pensar en la tecnología de dentro de 20 años y me parece que la línea que tú lideras de almacenamiento a muy alta temperatura responde a los tres. No contribuye a que pueda haber más fotovoltaico al producir el almacenamiento mejor, porque hay una preocupación importante por el coste y también por el medioambiente de la solución. Y nuevo porque estás haciendo algo que necesita un tiempo todavía de desarrollo. No sé si puedes así contar un poco cómo esa visión, cómo has llegado tú a esa idea y el momento de desarrollo en el que se encuentra. Pues a ver, las ideas yo creo que surgen de forma natural cuando has trabajado mucho en algo y confluyen momento en el que te encuentras. En ese caso confluye el momento en el que almacenamiento es algo importante. Confluye que yo había hecho una tesis doctoral en esta tecnología que comentaba tecnología fotovoltaica y de ahí, con el conocimiento que ya se acumula durante años, diría que no tiene mérito. Digamos que es una cosa casi natural. Debo también dar créditos a un investigador que para mí también ha sido bastante referente, que es Donald Hacha, que se ha retirado ahora de la NASA, del Green Research Center de la NASA, den clic en y que cuando estaba allí de estancia, yo en el doctorado que estuve en el MIT, me escapé unos días a visitar su laboratorio y yo había leído un artículo de Congreso que había publicado en los 90 sobre esto Almacenar energía en silicio fundido, energía solar era un diseño bastante diferente al que luego estamos desarrollando, pero tenía los ingredientes ya de lo que estamos haciendo. Entonces yo me senté con él ahí y le dije Oye, me gusta mucho tu idea, Tal y la verdad es que, bueno, estuvimos discutiendo un rato sobre él, sobre aquello que estaba muy verde, que era una cosa conceptual y bueno, digamos que yo cogí un poco ese testigo, cogí la forma de hacer un poco de los investigadores del instituto y de forma natural sale la idea y entonces pues de nuevo escribes un artículo, te lo intentas creer, dices vamos a intentar que esto se haga y después a cabo de años, pues recibes el apoyo de personas, como en mi caso fue Antonio Martí claramente el que me permitió, me dio el tiempo, digamos que es que a veces es lo más importante, tener tiempo para dedicarle algo y me dio el tiempo, los recursos para para pensar en estas cosas, escribir propuestas y al cabo del tiempo lo conseguimos, nos conseguimos las primeras financiaciones, en principio un poquito de proyectos nacionales, luego ya un proyecto europeo que involucramos a mucha más gente y bueno, y ahora estamos en el momento más álgido con dos europeos, dos nacionales, una empresa formada buscando financiación. No estamos en un momento muy dulce y lo que pasa es que la tecnología va despacio, despacio, porque es como tiene que ser. Cuando estás haciendo mucha innovación, pues enseñas el prototipo a alguien que te verá algo ya funcionando. No es esta cosa tan fea que ves aquí sentada encima de la mesa, no? Pues ese es el primer prototipo que tiene mucho esfuerzo, mucho, mucho trabajo. Y ahora yo creo que empezamos a hacer cosas ya que que puedan considerarse, no quiero decir más serias porque no, pero pero bueno, más grandes, más grandes te dejaría así y ya con una ambición más de escala, no? Otra cosa me parece relevante o que puede fundamentar el recorrido que como dices, has tenido momentos en donde tenías una idea, la convicción, pero las propuestas se rechazaban y acaban hasta ahora. Es que yo creo que has conseguido tejer una red internacional o crear o contribuir a crear una comunidad pequeña o grande que está apostando por eso y dedicando sus neuronas y sus recursos a eso. Bueno, con distintos enfoques y distintas partes. Unos más de investigación muy básica, otros más comerciales, etc Recuerdo que organizaste el workshop en traje de temperatura storage o algo así. Bueno, yo creo que fue eso, fue un germen de traer a todo el que estaba haciendo algo en ese momento, luego alguna publicación, etcétera y los propios proyectos europeos. El Amadeus fue el primer proyecto internacional en donde ya había ahí unos cuantos socios internacionales que también han contribuido bastante a la idea. Claro, sí, sí. Eso es una de las cosas que y me da un poco de vértigo, porque es verdad que la satisfacción personal es lo que más me da satisfacciones. Es ver a gente trabajando en cosas que se te han ocurrido. Es una cosa increíble ver a gente no solamente en nuestro laboratorio, en el instituto, sino sino fuera y bueno, es una cosa un poco malvada, no sé como decirlo, es un sentimiento bueno que no puedo evitar tener de satisfacción al ver, al ver a tanta gente trabajando en esto y es fundamental para eso. Yo creo que ayuda el entorno en el que estamos, en una financiación europea que fomenta mucho esas colaboraciones. Entonces, pues el hecho de que los proyectos europeos tengas que implicar al menos tres socios de tres países, pues te obliga, te obligan en ese sentido a buscar a gente por toda Europa. Nosotros fuimos a buscar en Noruega expertos en metalurgia, en Italia, expertos en dispositivos y por ejemplo, en Francia tenemos colaboraciones también por temas de referencia de calor. Entonces es muy rico el entorno y es verdad que en ese workshop yo creo que tuvo cierta relevancia porque es verdad que se juntaron las principales empresas que estaban empezando en ese momento en el sector, que eran antorchas de energía, no principalmente gente del MIT que ahora está montando otra empresa y nosotros que también ahora estamos montando empresas y espero que fue un hito relevante y y creo que es prueba de que hemos acertado o que estamos acertando en este aspecto que no sabemos dentro de diez años que va a ocurrir, pero por lo menos merece la pena investigar porque nos han validado nuestras ideas. Nosotros empezamos con esto y al cabo del tiempo hay más gente y eso te valida un poco las ideas que tenías entonces. Creo que además el premio que a nivel europeo que habéis recibido la idea más innovadora también. A ver, ha sido otro momento dulce, más allá de que no tuviera ningún premio económico ni nada correspondiente. Pero también es como bueno, este recorrido que hemos hecho con el proyecto Amadeus y con la continuación que que tienes ahora en Bakshi en Sampson? Pues bueno, pues hay ese recorrido, no? Sí, sí, sí. O sea, el premio fue un reconocimiento muy bonito, muy bonito y que ha tenido mucha repercusión para los medios. Eso es muy importante y muy bonito así, y puedes contar un poco esos proyectos, qué es lo que están abordando, que hasta qué punto son complementarios, que bueno y qué recorrido tienen y qué recorrido le ves. Sí, como bien has dicho, el primer proyecto fue europeo. Digamos que son los que más financian, lo han traído. Fue el Amadeus que se lo puse en honor a la película de la vida de Mozart, que me ha gustado mucho y ese proyecto dio pie a desarrollar, digamos, la tecnología base fundamental. Era escéptico en cuanto a aplicación. No buscan una aplicación concreta, sino desarrollar las tecnologías. O sea, es como si quieres desarrollar una vacuna, pero primero tienes que sintetizar el material químico en el compuesto y luego ya pensarás en sus aplicaciones. Pues entonces en el proyecto hicimos ese tejido de tecnologías que eran necesarias para dar el siguiente paso del resto de almacenar energía, temperaturas de 1500 grados, que es algo que no se había intentado. Luego nos han financiado, digo, los más grandes, el termo Bath y el sensor, que son financiados por por vías distintas. Es decir, no son financiaciones coordinadas pero pero que van en dirección a buscar dos aplicaciones concretas de esto que se hizo en el Amadeus. El tema BAC busca la aplicación de almacenamiento de electricidad en la red en energías renovables, es decir, coger los excedentes de generación eléctrica que existen las fuentes renovables como es la fotovoltaica, almacenarlo y devolverlo en forma de electricidad de nuevo. Y el Sansón es almacenar directamente la energía solar, concentrar la energía solar. Eso produce un calor. Ese calor lo almacenas y luego lo conviertes en electricidad que se parece mucho a las centrales termosolar, que es la alternativa a la fotovoltaica para generar electricidad a partir del sol. Y que en España hemos sido líderes y somos líderes en esa tecnología. Lo que pasa es que en el Sansón queremos darle una vuelta de tuerca a las tecnologías convencionales, porque esas tecnologías han estado históricamente limitadas en los 600 grados y eso es por las limitaciones de funcionamiento de las turbinas de vapor. Digamos que tienen esos límites por distintos aspectos de los aceros que se usan. Bueno, nosotros queremos dar el salto de esos 500 600 a 1500 y eso tiene muchas ventajas y muchos retos. Las ventajas es que puedes almacenar mucha más energía en menos espacio y que puedes convertir más eficientemente el calor en electricidad. Esas son las ventajas y los retos son muchos más, porque claro, almacenar 1500 grados y convertir esa necesidad tiene muchos retos y por eso estamos en investigaciones en lo que se llama el TRL, que le llaman a lo lista que está una tecnología para llegar a mercado. Estamos en valores de Terra Bajos, Eso llevas desde 2004, 2005 en el mundo de la investigación estuviste haciendo la tesis en el instituto, luego estuviste en estancias postdoctoral en el extranjero, viste? Y ahora un poco con perspectiva y viendo el momento en que vivimos, qué crees que necesita la ciencia o la investigación? Que apoye los recursos, etcétera? O sea, que echas en falta o o qué de mandarías para que realmente tenga impacto? Bueno, la respuesta rápida, la que daría todo el mundo, es financiación. No? Pero yo creo que hay algo antes y antes de financiación. Está en que la gente se crea que es importante, porque mientras la gente no se crea que es importante, no va a haber financiación. Entonces yo creo, creo que que sea bueno financiar una investigación depende de lo que la gente quiera hacer con su país. Y si nosotros queremos tener un país que investigue, pues tienes que a lo mejor renunciar ciertas cosas para que haya dinero, investigación, porque es que no hay dinero para todo, no? Entonces, dar prioridad o no a la investigación implica que la gente se lo crea y yo la verdad es que no sé que podemos decir porque yo me lo creo. Yo creo que es importante, pero lo que pasa es que los frutos no se ven inmediatamente, no se ven En cuanto quieres tener en tu país industria que contrata gente de alta cualificación y que la gente de alta cualificación no se tenga que ir a otro país que se pueda quedar aquí a tener su vida. Valoramos eso? Hasta qué punto lo valoramos? Lo que pasa es que yo creo que esa conexión de tener un país que tiene industria, que tiene un nivel alto de educación, de formación, yo no sé hasta qué punto la gente lo quiere realmente, no? Entonces yo creo que hace falta tomar mucha conciencia de que la investigación en las sociedades de hoy es, es, es de las cosas más importantes que existen. No es lo que lo que hace al final que alguien se sienta orgulloso de su propio país. O sea, sería un nacionalismo bien entendido en el sentido de decir oye, pues yo me siento orgulloso de lo que podemos hacer aquí, de lo que somos capaces de hacer. Y para eso lo primero es que la gente se lo crea. Y si la gente se lo cree de verdad, entonces cuando el político promete que siempre se promete porque queda muy bien, ya no será una promesa vacía, ya será una promesa de verdad que se va a exigir una exigencia de sí, de yo añadiría que realmente la financiación que se pide se demanda tampoco es tan excesiva. Es decir, que no estás pidiendo que se traigan, entre otras cosas muy básicas, pero sí que se asegure una cantidad suficiente y además con una estabilidad suficiente. Junto a eso, yo creo que también haría falta. O yo sí que echo de menos una confianza y dejar un poco manos libres en el sentido de que las cosas llevan su tiempo. Tú lo has dicho para germinar una idea necesitas tiempo y dedicación y seguro que podrás dedicar mucho tiempo a cosas que luego son callejones sin salida. No te salen y tendrás, fracasarás y entonces tendrás que empezar de nuevo. Pero yo creo que vivimos en un mundo de momento también muy, muy acelerado, en el que nos piden resultados a muy corto plazo, en el que parece que el error no está permitido o el fallo y eso yo creo que es un error tremendo porque mutila mucho la investigación y al final es más importante la justificación de la factura, el informe y tal, que realmente lo que hay en el fondo y yo en ese sentido reivindico un poco lo que a veces me habrás escuchado, que hablo de la cultura de líes, el Instituto de Energía Solar, la cultura del impacto, entusiasmo y seriedad. Yo creo que impacto, porque yo creo que desde el principio lo que hay detrás del instituto siempre ha habido desde los inicios, es yo quiero hacer algo relevante y que realmente cambie la sociedad, no entusiasmo, porque sin esa motivación no iríamos a ningún lado. Y seriedad porque vamos a hacer las cosas bien y con rigor. No sé si te sientes reconocido en eso, si crees que realmente esa cultura existe o que o qué crees que deberíamos hacer para mantenerla en las nuevas generaciones. Difícil, difícil pregunta. Yo sí que sin querer entrar un poco en el modo queja, no, pero. Pero sí que si veo algo a mejorar a día de hoy sí que veo que que la investigación se está auditando demasiado. Yo creo que en y por el contrario no, no se evalúan tanto los resultados. Es decir, te piden justificar demasiado las facturas y no tanto los resultados científicos. Eso corta un poco la creatividad. Copiando esto de Antonio Luque, que lo dijo en una entrevista, que es una forma de matar la creatividad, el no dar libertad, un poco de actuación no estamos un poco asfixiados con ese aspecto y eso es una fuente de desmotivación muy grande y se nota en los estudiantes, porque cuando los estudiantes te ven desmotivado a ti, porque estás sufriendo, porque, porque no haces otra cosa que justificar proyectos, dicen yo no me quiero dedicar a esto, entonces yo creo que que sea un entorno divertido en el que te lo puedas pasar bien, en el que puedas descubrir cosas que están en el laboratorio. Eso es fundamental para que la gente que empieza vean esto algo ilusionante. Entonces hay que tener mucho cuidado con con, con matar ese espíritu. Yo creo que en instituto se ha hecho bien, no sé si lo estamos haciendo bien ahora, porque a veces es difícil luchar contra ese, esa sensación, pero sí que creo que es muy importante mantener esa ilusión. Quizá lo has dicho muy bien, pero esto ya no solamente es internacional, hay una presión por publicar excesiva, cuando no publicas cinco artículos al año, parece que no has trabajado cuando antes Albert Einstein tuvo que publicar un artículo y no tenía que demostrar mucho más. Entonces yo creo que hay que dar un poco de tiempo a la investigación, confiar en los investigadores, eso sí, evaluarlos al cabo del tiempo para ver si si han contribuido. Realmente es bueno. Todo esto va en la línea de dar valor a la investigación y dar valor a lo que hacemos. Pero aún así, creo que nuestra labor dentro de eso es, incluso aunque no siempre sea un escenario ideal, es mantener esa ilusión. Porque al final, como tú actúas, es como estás. Y entonces mantener un poco ese optimismo frente a todas estas cosas, que estoy totalmente de acuerdo. Totalmente de acuerdo.