Hola, amigos de las TIC Hoy hablaremos sobre un elemento clave para la accesibilidad y la inclusión en los videos: los subtítulos. Se trata del texto que aparece en pantalla y que transcribe el diálogo o los sonidos importantes. Existen dos tipos: Los subtítulos estándar, que solo muestran el dialogo hablado y se usa para traducciones. Y los subtítulos para personas con discapacidad auditiva (SDH), que incluyen también descripciones de sonidos ambientales, música y efectos de sonido importantes. ¿Para qué sirven los subtítulos? Los subtítulos no son un elemento decorativo. Su función principal es hacer que el contenido audiovisual sea accesible para quienes no pueden escuchar el audio o hablan un idioma diferente al original del vídeo. También resultan muy útiles en entornos ruidosos, y mejoran la comprensión y la retención de la información en vídeos educativos o de formación. En definitiva, ayudan a que los vídeos sean más claros y accesibles para todos. Ahora bien, ¿Dónde se colocan los subtítulos? No se pueden ubicar en cualquier parte de la pantalla. Tienen una posición específica según el formato del vídeo. En vídeos estándar como cine, televisión, YouTube, vídeos educativos, etc: Los subtítulos se sitúan en la parte inferior central, dentro de los márgenes de seguridad, para evitar que el texto quede fuera de la pantalla. Si hay información importante en esa zona, pueden colocarse en la parte superior de forma ocasional. Además, es recomendable que tengan un máximo de dos líneas, con la superior ligeramente más corta que la inferior. En vídeos para redes sociales (tiktok, Instagram, reels, shorts, etc): los subtítulos deben aparecer en la parte inferior central, ligeramente más arriba que en los vídeos estándar, evitando que queden cubiertos por los elementos de la interfaz Para que los subtítulos cumplan su función de manera efectiva, deben ser fáciles de leer. Es importante elegir colores accesibles, como blanco o negro, combinarlos con un fondo semitransparente o un contorno que mejore la legibilidad. La tipografía también juega un papel clave, lo veremos más adelante. En redes sociales, la tendencia actual es usar fuentes decorativas y colores muy llamativos en los subtítulos para hacerlos más atractivos. Sin embargo, este estilo dificulta la lectura y reduce la accesibilidad. Para garantizar subtítulos claros y funcionales en nuestros vídeos educativos, lo mejor es optar por tipografías adecuadas como: Open Sans: Es una de las tipografías más utilizadas en diseño digital y subtitulado debido a su claridad y facilidad de lectura. Es una tipografía ideal para pantallas, ya que evita la fatiga visual. Está disponible de forma gratuita en Google Fonts. Roboto: Es la tipografía predeterminada en Android y en muchos sistemas de subtitulado automático. Se usa con frecuencia en YouTube. Minion Pro Regular: Fuente predeterminada para subtitulado en programas de edición profesional como Adobe Premiere. Arial: Una de las fuentes más utilizadas en subtitulación de televisión y plataformas de streaming como Netflix. Su peso y grosor equilibrado evitan que se vea borrosa en diferentes resoluciones. Y por último Verdana: Tiene mayor espaciado entre letras que otras tipografías, lo que la hace excelente para subtítulos en vídeos donde el texto cambia rápidamente. Como hemos visto, los subtítulos son una herramienta indispensable para mejorar la accesibilidad y la comprensión en los vídeos. Un buen subtitulado no solo permite que más personas disfruten del contenido, sino que también optimiza la experiencia de aprendizaje y comunicación. Existen varias opciones para crearlos. Puedes usar programas de edición profesional como Adobe Premiere, o si editas desde el móvil, una herramienta práctica es CapCut, que también genera subtítulos y permite editarlos. Y ahora bien, ¿cómo se generan los subtítulos? Hoy en día, muchas plataformas de contenido como YouTube, TikTok o Instagram ya incluyen subtitulado automático integrado, lo que facilita mucho el proceso de accesibilidad sin necesidad de herramientas externas.